Los Estigmas
La palabra estigma proviene del latín: stigma, y significa marca o señal en el cuerpo. En su sentido religioso se refiere al fenómeno de llevar en las manos, pies, el costado y la cabeza las llagas de la crucifixión de Nuestro Señor Jesucristo.
Jamás se había visto algo semejante. Hasta el siglo XVIII, se llamaban estigmas las incisiones practicadas por la fieles paganos en honor a sus dioses o las marcas en formas de cruz que los primeros cristianos se hacían en los brazos para testimoniar su fe. Todavía se habla de los estigmas de una enfermedad o de un vicio. Sin embargo, las heridas infligidas al cuerpo de San Francisco son, sin lugar a duda, de origen sobrenatural.
Estas llagas se manifiestan en ciertos santos como signo de su participación en la pasión de Cristo y son llamadas estigmas visibles. Otros padecen únicamente los sufrimientos, sin mostrar señal externa alguna, y este fenómeno se denomina estigma invisible.
Las llagas pueden ser permanentes, (como el caso del Padre Pío, quien las llevó durante 50 años), periódicas (generalmente resurgiendo en días o temporadas asociadas con la pasión de Cristo) o transitorias.
Estas llagas pueden ser un don de Dios, como en los santos o falsificación, en algunos casos, de carácter diabólico. Es por eso que la Iglesia ha establecido criterios para determinar la autenticidad de los estigmas. Algunos son:
· Las llagas deben estar localizadas en los lugares de las cinco llagas de Cristo.
· Los estigmas no se infectan.
· aparecen espontáneamente en el cuerpo mientras la persona está en éxtasis.
· No ceden ante el tratamiento médico.
· sangran copiosamente y por largos períodos.
· Están acompañados de fuertes dolores tanto físicos como morales, la falta de dolor pone en duda la autenticidad de los estigmas porque, de ser auténticos, son participación en los sufrimientos de Cristo.
· Los estigmas auténticos no se pueden explicar por causantes naturales.
Además, la persona que los recibe práctica la virtud heroicamente, particularmente un gran amor a la humildad y a la cruz. La Iglesia no canoniza a nadie tan solo por ser estigmatizado.
¿Cuál es el significado de los estigmas?
En el misterio de la resurrección de Jesús, el Evangelio muestra cómo no han quedado canceladas sus llagas. Los estigmas representan un signo de lo que sufrió Cristo durante la pasión, y por tanto constituyen un dato teológico en el que hay que profundizar mucho más de lo que hemos hecho hasta ahora. En el Evangelio de Juan, cuando Jesús entra en el Cenáculo con las puertas cerradas y saluda a los discípulos, muestra los estigmas para identificarse. A santo Tomás le dice: «Mete tu dedo en mi costado». La consternación de los apóstoles es también un hecho revelador de este misterio. Este fenómeno muestra la eficacia de la salvación de Cristo en la Cruz y permanece de manera particular en el signo de los estigmas, convirtiéndose en un dato distintivo de la eficacia redentora y salvadora de la fe.
¿Qué es un Estigma?
El padre David Cosca, del Centro de la Divina Misericordia, nos dice que los estigmas son una gracia de Dios otorgada a pocos cristianos. Los dos casos más tradicionales son el de San Francisco de Asís y el del padre Pío, quien fue recientemente canonizado. Los estigmas de San Francisco de Asís son considerados por la Iglesia como los más semejantes al sufrimiento de Cristo.
¿Cómo se reconoce un estigma y cuál es la diferencia entre un estigma y una herida normal?
Los estigmas son un fenómeno físico de la mística cristiana. Desde el punto de vista médico, el problema ha sido tratado por muchos autores para intentar explicarlo pero, hasta hoy no tenemos una definición específica de los estigmas bajo un perfil médico. Desde un punto de vista del conocimiento médico actual, algunos han intentado asimilar los estigmas como heridas, pero no son tal, ya que éstas normalmente cicatrizan. Otros han intentado interpretarlos como llagas, pero tampoco se pueden considerar como tal, ya que las llagas, van de encuentro a fenómenos de tipo supurativo. Para hacerlo más breve, los estigmas se manifiestan en el lugar donde viene representada simbólicamente la pasión de Cristo. Por lo tanto, desde el punto de vista estrictamente médico, podemos definirlos como manifestaciones del todo peculiar porque, los estigmas tienen características específicas. El padre Pío ha tenido características absolutamente singulares pues, los estigmas no sólo se manifiestan en él improvistamente, sino que también mantuvieron sus propias características por 50 años. Nunca mostraron un fenómeno de cicatrización ni aumentaron.
Estigmatizados
Ellos han sido personajes delicados, de contextura frágil y muy creyentes en Dios. Actualmente, hay quienes aseguran haber sido estigmatizados, sin embargo, estos casos no han sido calificados como ciertos por la Iglesia Católica. Conozcamos a los santos que han vivido este fenómeno, así como algunos casos esporádicos
Santo padre Pío de Pietrelcina: En la mañana del viernes 20 de septiembre de 1918, rezando delante del crucifijo del coro de la vieja iglesia, recibió los estigmas, que quedaron abiertos, frescos y sangrantes por medio siglo.
San Francisco de Asís: Es considerado el primer estigmatizado que presenta la historia y uno de los más famosos. Presentó heridas en manos, pies y costados igual que Cristo, en la soledad del monte Alvernia en 1224, permanecieron con ellas hasta su muerte, el 3 de octubre de 1226.
Santa Catalina de Siena: Su estigmatización fue interior, manifestada el 1 de abril de 1375 después de la comunión la santa entró en éxtasis y al volver dijo que vio a Jesús y le pidió que los signos fueran manifestados interiormente y así Jesús lo hizo en forma de rayos de luz brillante: manos, pies y corazón.
Santa Gema Galgani: Esta santa cayó en éxtasis mientras experimentaba los signos una tarde anterior al día del Sagrado Corazón. Cuando vuelve en sí tiene impresas en su cuerpo los estigmas que le fueron manifestados cada jueves durante los cuatro años siguientes con dolores muy fuertes donde veía la corona, la flagelación y el sudor de sangre de Jesús.
Santa Rita: Es un caso verdaderamente increíble porque la herida de su frente presentaba además de sangre, pus, despidiendo olores nauseabundos que luego se convierte en nido de gusanos blancos. Pasó sola semanas ya que las otras religiosas le huían por el aspecto de su frente y aparecía en público sólo para comulgar.
Santa Verónica Giuliani: Además de sufrir los estigmas con el dolor de la corona de espinas de Cristo, fue objeto de malos comentarios de quienes la consideraban mentirosa y fue apartada de su cargo de maestra de novicias.
San Francisco de Asís
'Estigmas'
El primer santo de quien se sabe que padeció de estos estigmas fue San Francisco de Asís, cuyos estigmas eran de una clase que no se ha vuelto a ver posteriormente: en las heridas de manos y pies se hallaban raspaduras de carne en forma de clavos. Los de un lado tenían cabezas redondas; los del otro tenían puntas largas, que se doblaban para arañar la piel. La humildad del santo no pudo impedir que muchos de sus hermanos hayan sido testigos, con sus propios ojos, tanto en vida del santo como después de su muerte, de la existencia de estas heridas.